El limón es originario de Asia (Assam, región en el nordeste de India, norte de Birmania y China, y fue desconocido por griegos y romanos, siendo mencionado por primera vez en el libro sobre agricultura Nabathae hacia el siglo III o IV. Su cultivo no fue desarrollado en occidente hasta después de la conquista árabe de España, extendiéndose entonces por todo el litoral mediterráneo donde se cultiva profusamente, debido a la benignidad del clima, para consumo interno y de exportación.
Como en frutos de otras especies de origen tropical o subtropical, se requiere la exposición de los limones a temperaturas de 10-13 °C, con humedad relativa de 85-90 % para su conservación industrial en estado fresco.En esas condiciones, la vida en postcosecha puede prolongarse entre 1 y 6 meses.La exposición a temperaturas inferiores puede generar daño por frío y pérdida de jugosidad.
El limón es un fruto no climatérico, y su producción de etileno es baja.Las respuestas a la aplicación de atmósferas controladas (O2 5-10 %; CO2 0-10 %) fueron pobres, y no hay respuesta de interés tecnológico al -metilciclopropeno, inhibidor de la acción del etileno,con la salvedad de aquellos limones que por exigencias de mercado se comercializan verdes: en tal caso, el -metilciclopropeno podría utilizarse como una herramienta para la conservación del color, ya que con la inhibición de la acción del etileno también inhibe el desverdecimiento en cítricos.
Su fruto posee un alto contenido en vitamina C (501,6 mg/L) y ácido cítrico (49,88 g/L). Se utiliza para elaborar postres (tales como el arroz con leche, en este caso se usa su piel para aromatizar) o bebidas naturales como la limonada y la leche merengada, a la cual se le añade también canela. Las rodajas se usan como adorno para bebidas. Por la acidez de su jugo, se puede utilizar para potabilizar agua, agregando 4 o 5 gotas por cada vaso de agua, y dejándolo actuar unos cuantos minutos
